miércoles, 27 de septiembre de 2017

Te odio. Te odio por como sos.
Te odio porque me hiciste quererte
Te odio porque sonreís chistoso
Te odio porque me guiñas el ojo mientras cenamos.
Te odio porque roncas cuando dormís
Te odio porque me abrazas
Te odio porque me querés
Te odio porque me acaricias
Te odio porque te fuiste
Te odio porque ya no te tengo
Te odio porque no puedo tenerte
Te odio porque querías lo mejor para mí y aún así te fuiste
Te odio porque te extraño
Te odio porque quiero odiarte y solo logro extrañarte
Es horrible ¿Sabes? A veces la mente tiene un poder de hacerte sentir tan desamparado, tan solo. Anhelando momentos, reviviendo recuerdos felices una y otra y otra vez. Recordándote que esos momentos ya no existen, que ya no viven. Que ya no están.
Y lo sabemos, sabemos que fuimos felices, que fuimos mar y arena y que ahora ya no somos nada.

Ya ni me acuerdo como se hacía esto